Cooperativismo y perspectiva de género

De acuerdo al Instituto Nacional de Economía Social (INAES), la economía social y solidaria (ESS) es el conjunto de iniciativas socioeconómicas y culturales basadas en un cambio de paradigma, cuyos fundamentos son el trabajo colaborativo de las personas y la propiedad colectiva de los bienes. Al mismo tiempo, INAES señala que la ESS pretende generar relaciones de solidaridad, espíritu comunitario e involucramiento en el desarrollo de la sociedad y el crecimiento productivo de las localidades. Para lograrlo, se deberá considerar como elemento fundamental el fortalecimiento de procesos de integración productiva, de consumo, distribución y ahorro y préstamo para satisfacer las necesidades de los integrantes de sociedades cooperativas y otras formas organizativas de personas trabajadoras, así como de las comunidades donde se desarrollan. La ESS crea mecanismos económicos solidarios, justos e igualitarios, transformando los modelos sociales tradicionales y propiciando la aparición de diversas iniciativas basadas en la propiedad colectiva y el trabajo digno. En el caso del cooperativismo, los integrantes de estas sociedades, concentran sus acciones en el equilibrio entre la producción de bienes y/o servicios y el bienestar común, de manera sustentable, sostenible e incluyente, generando proyectos que manifiestan su compromiso con las comunidades y territorios en donde se instalan. Adicionalmente, las cooperativas promueven la gestión autónoma y transparente y se caracterizan por anteponer la democracia para la toma de decisiones, así como la distribución equitativa de beneficios entre sus integrantes. En paralelo, la Ley de la Economía Social y Solidaria (LESS) señala que el sector social de la economía se conforma por: los ejidos, comunidades, organizaciones de trabajadores, sociedades cooperativas, empresas que pertenezcan en su mayoritaria o exclusivamente a los trabajadores y en general todas las formas de organización social para la producción, distribución y consumo de bienes y servicios socialmente necesarios. Según información del INAES, la Economía Social tiene su origen en el asociacionismo obrero del siglo XIX; cuando los obreros se organizaron y surgieron las primeras cooperativas y sociedades mutualistas de la era moderna, ante la degradación de las condiciones de vida, y el desempleo que generó la revolución industrial. El cooperativismo es una de las principales formas de organización de la economía social. En suma, INAES señala que el primer grupo que se organizó bajo este esquema fueron 28 artesanos que trabajaban en las fábricas de algodón de la localidad de Rochdale en 1844. Se considera que los Pioneros de Rochdale fueron los precursores de las sociedades cooperativas modernas y los fundadores del movimiento cooperativo.

En el caso de Puebla existen experiencias de gran valor, en las que mujeres cooperativistas han generado estrategias para enfrentar las diversas violencias que se ejercen contra ellas. Uno de estos casos es el de la cooperativa Masehual Siuamej Mosenyolchicauani, cuyas socias decidieron organizarse tras identificar violencias por parte de los compañeros cooperativistas. Tal como lo relatan en su libro “Hilando nuestras historias. El camino recorrido hacia una vida digna” en las asambleas no escuchaban sus propuestas, su participación era poco valorada y, quienes dirigían y controlaban los proyectos en la cooperativa eran en su mayoría hombres.

Esto llevó a las mujeres a tomar la decisión de separarse de la cooperativa en la que estaban “participando” y así conformar la propia. Los procesos reflexivos de los que parten estas mujeres, permiten que se conciba una manera diferente y necesaria de vivir el cooperativismo. Por lo tanto, es importante poder formar cooperativas partiendo del reconocimiento de la diversidad de voces, personas, condiciones sociales y sobre todo de la participación de mujeres.

En este sentido, debe reconocerse la pluralidad entre mujeres y hombres, y reconocer su participación en las cooperativas desde una perspectiva interseccional e inclusiva.

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Referencias:

Masehual Siuamej Mosenyolchicauani. (2016). Hilando nuestras historias. El camino recorrido hacia una vida digna. México.

Videos complementarios:

Puebla cooperativa