Enfoques
Ahorro y Préstamo
De acuerdo a la Ley General de Sociedades Cooperativas, son aquellas cooperativas legamente constituidas, que se organizan bajo el objetivo de realizar operaciones financieras del tipo préstamos, créditos y fondo de ahorro para sus integrantes o socios.
Son parte del Sistema Financiero Mexicano (SFM) con el carácter de sector popular, sin ánimo especulativo y reconociendo que no son intermediarios financieros con fines de lucro, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de sus comunidades.
Salud
Las cooperativas de salud promueven un enfoque diferente para la provisión de servicios en atención médica, formando una sólida red cuyo papel es esencial en la lucha contra el cambio climático, en la cobertura universal de salud, en la erradicación de desigualdades, en el fortalecimiento productivo de las localidades y regiones, y en el fomento al bienestar de las y los trabajadores. Además, buscan la implicación de todos los colectivos vinculados, para lograr una gestión de costes y riesgos común que permita lograr la mejor calidad en la prestación asistencial.
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Según la Organización Internacional de Cooperativas de Salud, este tipo de cooperativas presta servicios sanitarios a sus miembros y comunidades, incluso en países que cuentan con un sistema de salud pública universal bien establecido. Dicha organización, esta sectorizada a la Alianza Cooperativa Internacional, y es una asociación voluntaria de consumidores (usuarios), productores (proveedores) y cooperativas de salud de múltiples partes interesadas que buscan brindar atención médica comunitaria de alta calidad y rentable basada en la libertad de elección, la integración de servicios y las condiciones de trabajo éticas.
Las cooperativas de salud cuentan con la capacidad de adaptarse a los nuevos contextos socioeconómicos y han demostrado su idoneidad a la hora de dar solución a nuevas necesidades.
En México se destaca la labor de la sociedad cooperativa Panamédica, como pioneros en la integración de la primera cooperativa de salud mexicana en el año 2007. Esta cooperativa, trabaja para estimular y apoyar un nuevo modelo de salud solidaria a través de la promoción de la salud y el fomento del desarrollo individual y colectivo de las personas. En Puebla, sobresale la cooperativa Tosepan Pajti, cuyo objetivo es crear un modelo de salud cooperativa para sus socios en Cuetzalán del Progreso, así como el Centro de Capacitación Cognitiva y Psicológica CECACOPSIC, una sociedad cooperativa creada para la atención psicológica con sede en la capital de la entidad.
Educación
La educación y el cooperativismo están estrechamente ligados debido a la labor social que las cooperativas llevan a cabo en torno a la capacitación y formación de educadores dentro de las sociedades cooperativas protocolizadas, pero también, con aquellas cooperativas que brindan servicios educativos o de capacitación.
Las cooperativas enfocadas en la enseñanza y capacitación generan un impacto de valor social que contribuye al bienestar y productividad de las comunidades, ofreciendo un servicio útil y de calidad, basado en el liderazgo, los valores cooperativistas y la formación continua de las y los interesados.
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El sector social de la economía, en particular, las sociedades cooperativas permiten que las personas tomen el control de sus economías futuras; al no tener vínculo con la inversión privada, los beneficios económicos y sociales de sus actividades permanecen en las comunidades en donde se establecen, propiciando el desarrollo de las regiones del estado.
La Ley General de Sociedades Cooperativas establece en su artículo sexto, párrafo quinto, que todas las sociedades cooperativas deberán observar en su funcionamiento el principio de fomento de la educación cooperativa y de la educación en la economía solidaria, adicionalmente, el artículo décimo sexto, señala que, dentro de las bases de las cooperativas, deberán establecerse reglas para la educación de las y los integrantes. El artículo vigésimo sexto indica que las sociedades cooperativas de consumidores podrán dedicarse a actividades de abastecimiento y distribución, así como a la prestación de servicios relacionados con la educación o la obtención de vivienda.
Debido a ello, es sustancial diseñar mecanismos para la formación y capacitación de sociedades cooperativas y otras formas de organización social, generando espacios de diálogo y participación ciudadana encaminados al reconocimiento de las necesidades de estas, y articulando acciones que favorezcan la aparición de nuevas personas interesadas en el cooperativismo.
Uno de los principales propósitos para el cooperativismo poblano, es la formación de educadores y personas cooperativistas que coadyuven en la construcción de sociedades cooperativas e impulsen la economía solidaria y popular. Esta labor incluye la articulación de procesos educativos bajo una metodología democrática, emancipadora y práctica, en donde las y los actores, puedan involucrarse de forma proactiva, para interiorizar conceptos y entender el trasfondo humanista del cooperativismo, llevando a cabo ejercicios de fomento de manera presencial y en línea.
Ejemplo de ello, son las pláticas de Introducción al Cooperativismo y Economía Solidaria con poblanas y poblanos interesados en la formación de Sociedades Cooperativas. Dichas charlas tienen lugar de manera presencial o virtual, teniendo cobertura en municipios de todo el estado brindando asesorías especializadas y talleres para colectivos, estableciendo canales de difusión de conocimientos mediante el uso de herramientas digitales.
En la Secretaría de Trabajo del Gobierno del Estado de Puebla se cuenta con el Centro Educativo Demetrio Vallejo, el cual tiene el objetivo de formar educadores y cooperativistas para la construcción de cooperativas y el impulso de la economía solidaria y popular. La labor de este centro es el de desarrollar procesos educativos mediante talleres básicos para la formación de cooperativas y de esta manera profundizar en sus procesos educativos a través de las Comisiones de Educación de las mismas.
En total se han realizado 66 eventos cooperativistas tanto presenciales como en línea, con una asistencia de 693 personas en línea y 106 personas de manera presencial, siendo 40 mujeres y 66 hombres.
En el ámbito local, por medio del NODESS ESSALIA, una iniciativa autónoma del sector social, académico y gubernamental, adscrita al Instituto Nacional de Economía Social, se otorgaron capacitaciones y pláticas introductorias en el municipio de Atlixco, en coordinación con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y cooperativas de la región, contando con el apoyo de la presidencia municipal para llegar a más personas, lo cual supone un parteaguas en el Estado.
Según datos del Directorio Nacional de Unidades Económicas a nivel nacional se encuentran un aproximado de 18 cooperativas en el sector educativo tanto público como privado, siendo las escuelas de educación preescolar las que más presencia tienen en el país; y aproximadamente más de 4 mil cooperativas escolares en la actividad económica de comercio de alimentos y bebidas.
En el Estado de Puebla se encuentran 280 cooperativas escolares con la actividad económica de comercio de alimentos y bebidas, siendo el Área Metropolitana la región con la mayor presencia de este tipo de cooperativas teniendo 68, siguiendo Tehuacán con 27 cooperativas escolares.
En el país se enlistan 4 cooperativas educativas, que dan asesorías, clases y talleres, estás tienen mayor presencia en la Ciudad de México:
oCentro de Artes y Oficios Desarrollo Urbano
oCooperativa El Tepochcalli
oCooperativa Palo Alto S.C. de R.L.
oCooperativa de Profesionales Dermografistas de México S.C. de R.L.
Al mismo tiempo, se hace mención de una cooperativa no registrada dentro del Directorio Nacional de Unidades Económicas, con nombre de Cooperativa Educativa Aulas Abiertas, que se encuentra en la Ciudad de México, la cual imparte clases y talleres para todos los niños, niñas y jóvenes.
Con la meta propuesta en el Programa Sectorial de Trabajo y con los talleres que se imparten dentro de la Institución se tiene la expectativa de que a finales del año 2024, existan más sociedades cooperativas conformadas y registradas ante DENUE, con distintos giros comerciales incluyentes entre sí, a través de una red estatal de cooperativismo y el apoyo de circuitos solidarios, esto con el fin de hacer a la Economía Solidaria un motor sostenible en la productividad del estado.
El Programa Sectorial de Trabajo 2020-2024, establece entre sus estrategias, el fomento de alternativas productivas encaminadas a la formalidad laboral, así como el desarrollo productivo de formas de organización social y autoempleo con base en las diferentes vocaciones productivas de las regiones.
Debido a ello, es sustancial diseñar mecanismos para la formación y capacitación de sociedades cooperativas y otras formas de organización social, generando espacios de diálogo y participación ciudadana encaminados al reconocimiento de las necesidades de estas, y articulando acciones que favorezcan la aparición de nuevas personas interesadas en el cooperativismo.
Las cooperativas se constituyen como un gran aliado para la implementación de la Agenda 2030 de la ONU. que coadyuvan al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número cuatro, que señala como necesidades garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todas y todos, impactando en la meta de otorgar educación gratuita; acceso a formación técnica, profesional y superior; competencias para el empleo decente y emprendimiento; disparidad de género; alfabetización de jóvenes y adultos, educación para el desarrollo sostenible; infraestructura educativa y docentes calificados.
Por último, en lo relativo al Capítulo Único del Apoyo a Sociedades Cooperativas de la Ley General de Sociedades Cooperativas, el artículo 90 insta a los órganos federales, de las entidades federativas y municipales a apoyar a las escuelas, institutos y organismos especializados en educación cooperativa que establezca el movimiento cooperativo nacional.
Sustentabilidad
El cooperativismo guarda una gran relación con el cuidado del medio ambiente; debido a sus principios centrados en las personas, el equilibrio entre el beneficio social y la sustentabilidad es un punto relevante en la consolidación de los procesos productivos de las sociedades cooperativas, quienes, en suma, coadyuvan con los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 y ayudan a hacer frente al cambio climático.
El modelo cooperativo funge como instrumento para la erradicación del daño al medio ambiente, la reducción de la huella de contaminación, la pobreza y las desigualdades, elementos indirectos del deterioro Ambiental. Además, busca dar un mejor manejo a los recursos naturales, preservar la flora, la fauna y el agua.
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El modelo de producción y desarrollo económico que impera y se practica a nivel mundial, ha generado cambios drásticos en los ecosistemas y hábitats de todas las especies animales y vegetales, incluyendo a la especie humana. El consumo humano desmesurado que posibilita dicho modelo ha derivado en distintas problemáticas como la extinción de especies, bosques, disminución de recursos hídricos y el cambio climático, ya que para este modelo, la naturaleza y el ambiente se entienden como meros recursos al servicio de la humanidad.
Si bien, las actividades de las Sociedades Cooperativas no están exentas del uso de recursos naturales, éstas se limitan al propósito de mejorar sustantivamente las condiciones socioeconómicas de las socias y socios de las cooperativas (sin fines de lucro y acumulación) y, en congruencia con los valores cooperativistas, mejorar las condiciones territoriales y ecosistémicas que habitan especies animales y vegetales. En este sentido, el interés por el bien común posibilita el equilibrio ecológico entre personas, animales, vegetales, territorios y ecosistemas.
En la actualidad, muchas Sociedades Cooperativas están implementando técnicas de producción menos dañinas para el ambiente. Como consecuencia, la calidad de vida de las personas que consumen sus bienes y servicios aumenta. Así, por ejemplo, algunas cooperativas implementan técnicas de producción agroecológica para la cría de ganado; instalan sistemas de paneles solares en sus centros de trabajo; conservan la variabilidad genética de ciertas especies de maíces criollos; mejoran el aprovechamiento del agua de lluvia; elaboran y aplican sus propios fertilizantes orgánicos a sus cultivos, etc.
Desarrollo sostenible y cooperativismo son compatibles, ya que mientras el desarrollo sostenible busca resolver las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para resolver sus propias necesidades (económicas, de alimentación, salud, educación, etc.), el cooperativismo contribuye a satisfacerlas con base en los valores de ayuda mutua, solidaridad, autogestión, democracia e interés por el bien común. De este modo, desde la perspectiva del desarrollo sostenible, las Sociedades Cooperativas se perfilan como empresas socialmente justas, ambientalmente responsables y económicamente rentables.
La Secretaría de Trabajo, a través del Programa Formemos Cooperativas, está apoyando a Sociedades Cooperativas que fomenten el desarrollo sostenible para fortalecer sus propias actividades productivas y al propio cooperativismo.
Cultura de paz y cohesión social
Por su carácter social, las cooperativas contribuyen al fortalecimiento del tejido social, generando un impacto en la cotidianidad de las personas y sus comunidades.
Las cooperativas centran su labor en las personas, creando sentimiento de identidad y pertenencia que ayudan a estrechar vínculos humanos, comunicatorios, colectivos y sociales.
Debido a ello, impactan en el combate contra la delincuencia y la inseguridad de las regiones, favoreciendo la sana convivencia, la recreación, la cultura, el arte, el esparcimiento, el deporte y otros aspectos que suman a mantener la paz y el bienestar para todas y todos.
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La cultura de paz consiste en una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas, los grupos y las naciones[ https://es.unesco.org/themes/programas-construir-paz].
Desde el planteamiento de la cultura para la Paz como proceso liberador, reflexivo y determinante, tal y como se fundamenta en la llamada educación emancipadora2[ Freire,1975;giroux, 1990; Apple, 1989;Sáez, 1989.], la Educación para la Paz sirve a los hombres y mujeres frente a una crisis económica y sanitaria, promoviendo mantener la entereza en la búsqueda de la mayor coherencia posible entre la paz, el desarrollo, el respeto de los derechos humanos y la justicia.
La cultura de la violencia impregna todas las esferas de la actividad humana: la política, la religión, el arte, el deporte, la economía, la ideología, la ciencia, la educación e incluso lo simbólico; buscando la justificación en el uso de la fuerza y la práctica de la destrucción, en nombre de algo superior.
La Cultura de la Paz, es un esfuerzo capaz de contrarrestar esas tendencias y de consolidar una nueva manera de ver, entender y vivir el mundo, empezando por el propio ser consecuentemente con las personas de su entorno. El reto consiste en que la sociedad se concientice y responsabilice sobre las acciones actuales, así como sus efectos, convirtiéndose en protagonistas de su propia historia, con instrumentos de transformación que no impliquen la destrucción u opresión ajena.
El concepto de Cultura de Paz atrae la atención de quienes buscan los mecanismos para transformar las mentes y los corazones de poblaciones que históricamente han sido afectadas por conflictos e intereses de terceros, como en el caso de las comunidades rurales en México, que han sido privadas de sus derechos y para recuperarlos han colectivizado movimientos, logrando accionar a sus comunidades en la vía de la cultura de la paz. La suma de esta energía se ve reflejada en grupos, como ejemplo se encuentran las sociedades cooperativas que a través de sus valores y principios tienen como objetivo preservar la cultura de sus lugares de origen, los ecosistemas y el bien vivir de sus familias y el entorno en general[ Jiménez Aceros, Erika Tatiana (2020). «Educación para la Paz. Una reflexión sobre el concepto de Educación en Paulo Freire y los estudios de paz». Analysis 26, no. 5: pp. 1–22].
Así pues, tomando como punto de partida la persona y lo humano, la Cultura de la Paz se presenta como una aspiración por edificar, crear y construir nuevas relaciones humanas de todos los niveles, buscando principalmente criterios objetivos, procesos y métodos que ayuden a solucionar los problemas. La construcción de la cultura de paz es un proceso lento que supone cambios de mentalidad individual y colectiva.
Desde la Secretaría de Trabajo se busca crear espacios de diálogo y la promoción de la sensibilización, misma que detona en acciones de solidaridad, sororidad, igualdad, democracia y trabajo colectivo. Promoviendo de esta manera la formación y consolidación de acciones entre las sociedades cooperativas.
Comunidad LGBT+
La comunidad LGBTTTIQ es participe del movimiento del sector social de la economía, a partir de su trabajo dentro de una sociedad cooperativa o como fundadores de una; como parte de un proyecto productivo fundado con los valores cooperativistas, en el que desde el trabajo y la organización social, se construye un espacio donde no hay exclusión ni discriminación entre iguales, sin importar ninguna diferenciación ideológica o de género.
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Para impulsar la participación de la comunidad LGBTTTIQ en el sector social de la economía, es fundamental conocer y reconocer el trabajo de las y los cooperativistas en sus propios espacios. Ejemplo de ello, son los casos en Puebla de la Cooperativa de Vivienda Xochiquetzalli, en donde se lucha por el acceso seguro a la vivienda digna tras la organización de mujeres lesbianas y también, el desarrollo de la cooperativa Mundo Gel, en la que sus fundadores apostaron por un espacio laboral en el que pueden desempeñarse profesionalmente sin recibir malos tratos.
Existen más manifestaciones de inclusión, donde las cooperativas son un modelo que permite a las personas de la comunidad LGBTTTIQ desarrollar sus habilidades, tener un trabajo digno, y de acuerdo a los principios y valores cooperativistas, trabajar por un mundo donde haya espacio a las ideas, las diferencias, la reflexión y la inclusión.
Turismo
Actualmente, existen diversas cooperativas enfocadas en el ecoturismo, el turismo rural o de naturaleza, las agencias o promotoras culturales, y otras formas de realizar turismo cuyo objetivo es promover las atracciones de una región o lugar determinado, bajo esquemas de organización en el sector social de la economía.
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La relación que sostiene el cooperativismo y el turismo se basa en lo que se conoce como Turismo sustentable o sostenible, el cual, de acuerdo a la Conferencia Mundial del Turismo Sostenible, debe ser soportable ecológicamente a largo plazo, viable económicamente y equitativo desde una perspectiva ética y social para las comunidades locales.
Lo anterior cobra sentido con los principios y valores cooperativistas, y el quehacer cotidiano de quienes forman parte de una sociedad cooperativa, que a través de un trabajo digno se fortalece la idea de realizar actividades turísticas que sean amables con el medio ambiente, la comunidad, y pensando en preservar los espacios de esparcimiento, procurando un turismo no voraz, administrado por las comunidades.
Ejemplos de ello son la Cooperativa Tosepan Kali, el Hotel Taselotsin, las cascadas Tuliman, que han desarrollado un proyecto de turismo alternativo basado en el cooperativismo, pensado para beneficio de quienes integran la cooperativa brindando servicios con bajo impacto ambiental.
Gestión de Empresas Sociales
Es importante brindar apoyos para el desarrollo y fortalecimiento de las capacidades comerciales de los organismos del Sector Social de la Economía, principalmente, trabajar con las sociedades cooperativas en métodos de producción más eficientes, con acciones que incentiven y motiven la promoción de sus productos y servicios, dando fuerza al movimiento como una alternativa de desarrollo económico sostenible.
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Las empresas sociales son formas de negocios que contribuyen en mantener el buen vivir de las personas y el entorno que las integran, de manera que puedan ofrecer productos y servicios en pro de los demás. Su principal enfoque es la solución de problemáticas que afectan de manera directa a la sociedad como, por ejemplo la desigualdad económica, la violencia, inequidad, la contaminación y afectación del medio ambiente entre otros.
Las empresas sociales también generan oportunidades laborales que ayudan a que más personas de la población económicamente activa se puedan incorporar al mercado de trabajo. Pero sobre todo son una buena oportunidad de negocio, es decir deben ser rentables. Esto significa que se espera que generen utilidades o beneficios para que resulten sostenibles en el mediano y largo plazo.
Los principales valores que impulsan el funcionamiento de las empresas sociales son:
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Solidaridad
Las organizaciones sociales operan como unidades de negocio que manejan valores como la solidaridad dentro y fuera de la organización. La solidaridad permite el apoyo de ciertas causas o intereses sociales, particularmente, cuando esos problemas pueden ser difíciles de resolver.
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Compromiso con los trabajadores
Otro valor importante es el compromiso que se mantiene con los trabajadores que forman parte de la empresa. Esto establece una serie responsabilidades que la empresa asume frente a sus trabajadores.
Los trabajadores, aparte de tener esos derechos, también se comprometen con la empresa para el logro de los objetivos de una manera conjunta, que se convierten en la razón de ser de la organización. -
Sostenibilidad
Por último, está el valor de la sostenibilidad, el cual se refiere no solo a la sostenibilidad en términos de que la empresa genere ganancias, sino que se logre la productividad y eficiencia a lo largo del tiempo.
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Innovación y
cooperativismo
El cooperativismo es un modelo de producción basado en la equidad, la justicia y la cooperación como elementos fundamentales para el progreso y el bienestar común. No obstante, para la implementación de mejoras continúas en los procesos de cooperativas, sobre todo las enfocadas a la generación de bienes y/o servicios, requieren de innovación, tanto en sus formas de producción como en la comercialización, difusión y mecanismos de vinculación.
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Se considera como “innovación” a cualquier acción detonadora de cambio mediante novedades o mejoras en los procesos dentro de una organización. En las cooperativas, esto supone una amplia baraja de posibilidades, debido a su forma equitativa de distribución de tareas.
La innovación es una acción continua a lo largo del tiempo y abarca diferentes campos del desarrollo humano. Entre otros términos, se define como un adelanto o mejora, nuevos inventos, reformas o renovaciones; y consiste en tener las herramientas para mejorar la capacidad de la organización y así alcanzar los objetivos estratégicos. Por lo tanto las organizaciones que pueden gestionar sus cambios con eficacia deben demostrar un determinado conjunto de características. Las principales innovaciones en las organizaciones cooperativas permiten posicionarse en contra de la competencia. Los cambios en las sociedades cooperativas no se limitan a un solo sector, sino más bien todos los aspectos de la operación dentro de la organización, como son:
El modelo de negocio: es la forma en que una empresa funciona. La innovación del modelo de negocio abarca innovaciones en estrategia, marketing, cadenas de suministro, creación de valor, precios o estructuras de costes.
Innovación de procesos y tecnología: se trata de la creación de productos y servicios. En principio, también son innovaciones de proceso. Estos incluyen, procesos de producción o tecnologías de TI para aplicaciones. Las innovaciones de productos, las mejoras de calidad o el ahorro de costes a menudo van de la mano con las innovaciones tecnológicas y de procesos.
Innovación organizativa: afectan el proceso y la estructura organizacional. Éstas pueden ser innovaciones en los procesos de la organización o en la gestión, por ejemplo, nuevas herramientas para medir la satisfacción del cliente u optimizar los procesos de entrega para reducir costes.
Innovación social: son innovaciones en las que el beneficio recae en la sociedad y el propósito no es principalmente el lucro. Algunos ejemplos son la innovación en la educación, la reducción de la pobreza, la igualdad de oportunidades y la salud.
Innovación ambiental: Todas las innovaciones que contribuyen a mejorar el medio ambiente son innovaciones medioambientales por ejemplo, los productos respetuosos con el medio ambiente, las contribuciones a la protección del medio ambiente o a la prevención de emisiones.
Generar estrategias para la mejora continua y la innovación dentro de las cooperativas, permite aumentar la competitividad y posicionar sus productos y/o servicios, mejorando sus ecosistemas, comunidades y manera de vivir.
En los países de América Latina, gran parte de las áreas rurales muestran climas, relieves, suelos o vegetación idóneos para las actividades agropecuarias, sin embargo su accesibilidad restringida y deficiente conectividad vuelve a estas regiones territorios 'en desventaja' que frecuentemente permanecen invisibles u olvidados por modelos de desarrollo dominantes. Las desventajas y el abandono del Estado se conjuntan creando 'trampas sistémicas'. Que dejan muy visibles las brechas de desigualdad territorial.
Ahora bien, la innovación es reconocida como el proceso clave para el crecimiento económico de organizaciones, regiones y países. El desarrollo de nuevos productos, procesos, servicios o modelos de negocio para mejorar la competitividad y la captura de mercados es el paradigma dominante.
La apuesta ha sido mejorar los entornos de innovación y la competitividad en procesos de descentralización de la tecnología y del conocimiento, factor clave del crecimiento económico, lo que puede dar impulso a aquellas regiones que ya cuentan con ventajas instaladas y también para aquellas que se encuentran en proceso.
En comparación con los contextos urbano-industriales, los procesos de innovación en áreas rurales han recibido escasa atención .Parece insuficiente para comprender y explicar de qué modo los entornos de innovación podrían propiciarse en territorios rurales en desventaja; cuáles podrían ser los impactos sobre grupos y ecosistemas vulnerables, y cómo dichos entornos puedan aportar propuestas para las problemáticas sociales.
La gestación de una teoría de la innovación rural en las cooperativas es una oportunidad para reducir esta brecha; para ello se requiere que las comunidades científicas de los países periféricos no se aboquen solamente al levantamiento de estudios de caso, sino que además realicen contribuciones metodológicas. La construcción de una teoría de la innovación rural es una oportunidad para introducir en las agendas globales nuevos campos de conocimiento e investigación más acordes a las necesidades de los países periféricos; acciones que no se ven alejadas de la realidad, ya que existen herramientas que sirven para la generación de cambios en las cooperativas, desde el proceso de protocolización de la sociedad cooperativa, siguiendo por mejoras tangibles en los productos, servicios y procesos que sean visibles para todos, hasta la introducción de tecnologías para la optimización de los procesos de manufactura.
Energías
Renovables
El aprovechamiento de las energías sustentables es un elemento de desarrollo local, al que las comunidades y cooperativas contribuyen atendiendo servicios del sector, democratizando e incrementando la cuota de energía descentralizada de fuentes renovables, para transitar hacia una matriz energética baja en carbono, con un enfoque social y solidario que permitirá mejorar las condiciones de vida y reducir el impacto climático.
Guía de Cooperativas de Energía SustentableViviendas
Sustentables
El bambú tiene la ventaja de ser asequible, sustentable, ecológico y resistente, por lo que ofrece una alternativa viable a los objetos hechos con materiales tradicionales, como muebles y estructuras propias de negocios u hogares. En ese contexto, México tiene potencial competitivo para el uso del bambú y sus variantes de aprovechamiento, particularmente, Puebla tiene una franja climática natural en la Sierra Norte que hace de este elemento, una herramienta sustentable de bajo costo.