Cooperativismo y perspectiva de género

Cooperativismo e Inclusión Social

Cooperativismo e Inclusión Social (11)

En el caso de Puebla existen experiencias de gran valor, en las que mujeres cooperativistas han generado estrategias para enfrentar las diversas violencias que se ejercen contra ellas. Uno de estos casos es el de la cooperativa Masehual Siuamej Mosenyolchicauani, cuyas socias decidieron organizarse tras identificar violencias por parte de los compañeros cooperativistas. Tal como lo relatan en su libro “Hilando nuestras historias. El camino recorrido hacia una vida digna” en las asambleas no escuchaban sus propuestas, su participación era poco valorada y, quienes dirigían y controlaban los proyectos en la cooperativa eran en su mayoría hombres. Esto llevó a las mujeres a tomar la decisión de separarse de la cooperativa en la que estaban “participando” y así conformar la propia. Los procesos reflexivos de los que parten estas mujeres, permiten que se conciba una manera diferente y necesaria de vivir el cooperativismo. Por lo tanto, es importante poder formar cooperativas partiendo del reconocimiento de la diversidad de voces, personas, condiciones sociales y sobre todo de la participación de mujeres. En este sentido, debe reconocerse la pluralidad entre mujeres y hombres, y reconocer su participación en las cooperativas desde una perspectiva interseccional e inclusiva.
Lunes, 11 Abril 2022 21:06

Cooperativas y Reinserción Social.

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El derecho al trabajo digno es universal e indivisible, por lo tanto, comprende de igualdad laboral y no discriminación, por lo que converge con los valores y principios cooperativistas. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo 18 que, el sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos, del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir. La incursión del cooperativismo en centros penitenciarios, cárceles y otros lugares en donde hay personas privadas de su libertad por la ejecución de un delito o la infracción a la ley, es una herramienta novedosa que pretende brindar herramientas útiles de capacitación productiva a personas próximas a iniciar su proceso de reinserción a la sociedad. A través de capacitaciones, talleres y pláticas, así como de organización para el trabajo, se ayuda a estas personas a generar sus propios ingresos mientras permanezcan recluidos. En diversas partes de México, se trabaja con proyectos de capacitación que incluyen módulos de formación para emprendedores y cooperativistas, como una invitación para ser parte del sector social de la economía, gestionando sus propias iniciativas. La propuesta para la formación de cooperativas en las cárceles se constituye como una alternativa para brindar una segunda oportunidad de trabajo a las personas, como una fuente digna y honrada de ingresos, y también, como una forma de organización social que refuerza el tejido social y permite erradicar las disonancias sociales y desigualdades económicas, contribuyendo al objetivo de evitar que las personas vuelvan a delinquir. A través del seguimiento, se puede asesorar a las personas en materia legal, administrativa y de proceso productivo, para generar diversas actividades productivas como artesanías, oficios y cualquier rubro de trabajo. Las iniciativas de las personas que buscan la reinserción social, son respuesta a las necesidades de igualdad de oportunidades, dignidad humana y laboral, y fortalecen las habilidades y destrezas para evitar la reincidencia y contribuir al bienestar de todas y todos. Catálogo de Productos de Sueños Artesanos
Lunes, 11 Abril 2022 21:05

Cooperativas y Personas Migrantes.

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Los flujos migratorios han adquirido una gran complejidad con el pasar del tiempo; los detonantes han dejado de ser elementos relacionados exclusivamente a cuestiones laborales y económicas. Actualmente, la migración pasa por causales de origen social, como la violencia, la persecución, la discriminación, los conflictos bélicos, entre otros. México es un país caracterizado por otorgar protección a quienes solicitan asilo en condición de refugiados o personas con necesidades de protección internacional. Además, se pronuncia a favor de brindar oportunidades a personas repatriadas que migraron sin éxito, principalmente, a Estados Unidos. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) define los flujos migratorios mixtos como “movimientos de población complejos, en los que se combinan razones de migración forzosa, económica, que incluyen a personas refugiadas, solicitantes de asilo, personas desplazadas, migrantes económicos, víctimas de trata, víctimas de tráfico, niños, niñas y adolescentes no acompañados o separados, personas que fueron objeto de violencia, comerciantes transfronterizos y personas migrantes que se desplazan por causas ambientales” (CNDH, 2020). El aumento de la migración global y las diferencias culturales, religiosas, de lengua, así como la falta de un documento migratorio que acredite una legal estancia, ocasiona que las personas migrantes y sujetas de protección internacional sean víctimas de discriminación. Las cooperativas se articulan como una alternativa de trabajo para las personas migrantes o repatriadas. El proceso de desarrollo económico considera relevante la participación de todas y todos, por lo que, una vez regulado el trabajo de las personas que se encuentran en México, y particularmente en Puebla, la constitución de cooperativas puede significar una mejor calidad de vida para este nicho poblacional, así como la posibilidad de acceder a un trabajo digno y participar democráticamente en una forma de organización social amparada por la Ley. Reforzar el movimiento cooperativista no discrimina a ningún tipo de aliado, por lo que las personas migrantes, como fuerza de trabajo, puede ampliar y mejorar los canales productivos, brindando otras perspectivas que enriquecen la pluriculturalidad y las formas de ejecutar los procesos productivos de cada sociedad cooperativa. Es importante señalar que las personas migrantes suelen ser afectadas por las crisis del mercado laboral, tal es el caso de la contingencia sanitaria por covid-19, por lo que resulta imperativo generar acciones de vinculación con trabajos decentes y bien remunerados, una alternativa sustancial, son las cooperativas, que además de dar sustento económico, dignifican su labor y contribución social y cultura, consolidando al autoempleo y la organización social para el trabajo, como medios para lograr estabilidad laboral en el estado. Apoyos a Migrantes
Lunes, 11 Abril 2022 19:53

Indígenas y Cooperativismo

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Las cooperativas impulsan el desarrollo económico de todas las comunidades en donde tengan sede. En lo particular, se asume la autonomía de los pueblos indígenas y se consolidan al sector social de la economía, como fuente para dignificar empleos y elevar la calidad de vida de las personas indígenas, respetando, sus usos y costumbres, sus ideas y tradiciones y su autonomía. La Cooperativa en su carácter de asociación autónoma de personas unidas voluntariamente, busca satisfacer las necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales de sus participantes, contando con una gestión democrática que da apertura al diálogo y la suma de ideas, ofreciendo una oportunidad a los pueblos indígenas de generar fuentes de trabajo sostenible, decente y participativo. Por eso, las cooperativas contribuyen al reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, a través de la generación de empleo decente, con las mismas oportunidades para mujeres como para hombres, reduciendo así la pobreza, marginación y exclusión de los pueblos indígenas. Evitando así que migren a las grandes urbes y se integren a las filas del trabajo informal y precario. Además, las cooperativas se fundan en la organización solidaria y en valores de ayuda mutua, autorresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad, entre otros. Valores que no son ajenos a la vida de los pueblos indígenas. Dichos valores contribuyen a la cohesión social de los pueblos indígenas, a mantener y proteger su cultura y especialmente a recuperar sus territorios y recursos. La conformación de Cooperativas en los lugares de origen de los pueblos indígenas, evita que migren hacia las ciudades o poblaciones más grandes, así mismo, generan procesos de decisión, formación, así como la inclusión socioeconómica. Generando el desarrollo local en sus comunidades e integrándose a los mercados, con capacidad de negociar los precios de los productos y los servicios. Ya que el modelo económico neoliberal pone en una situación precaria a los pueblos indígenas, con inseguridad en cuanto a los medios de subsistencia, fuentes de trabajo, situación socioeconómica, el limitado acceso a los mercados y créditos, falta de atención y reconocimiento de los conocimientos tradicionales. La forma en la cual los pueblos indígenas han enfrentado dicha situación, ha sido abandonando sus lugares de origen, migrando mayormente hacia zonas urbanas más pobladas. Incorporándose en el mercado informal de la economía (como vendedores callejeros o trabajadores domésticos), o bien, en trabajo asalariado (ocasional en granjas y plantaciones, en el sector de la construcción) donde el empleo suele ser precario y sin ninguna protección social. En este marco de ideas, la Secretaría de Trabajo del Gobierno del Estado de Puebla promueve la formación y constitución de Sociedades Cooperativas para el bienestar de todas y todo, con el objetivo de generar empleos dignos, elevar la calidad de vida de los habitantes y fortalecer las economías comunitarias. Apoyo a Comunidades indígenas Pueblos Indígenas en el Cooperativismo
Lunes, 11 Abril 2022 19:51

Cooperativismo y Discapacidad

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La Ley General para la Inclusión de Personas con Discapacidad, establece en su artículo 11, que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y homólogos estatales deberán promover el derecho al trabajo y empleo de las personas con discapacidad en igualdad de oportunidades y equidad, que les otorgue certeza en su desarrollo personal, social y laboral. Para tal efecto, las cooperativas y su labor social incluyente, cobra una enorme relevancia en la generación de igualdad de oportunidades. Las cooperativas a través de sus principios y valores se configuran una herramienta para promover la igualdad de trato y no discriminación, ya que fomentan el acceso a trabajo digno, sin distinción alguna. El Estado de Puebla cuenta con una gran riqueza cultural; diversidad de tradiciones y una enorme vocación productiva. El cooperativismo desarrolla su identidad a partir de valores éticos y morales, concretamente, uno de los principios básicos es la ayuda mutua, en un marco de confianza, solidaridad y la alianza fraterna para resolver necesidades colectivas, fortaleciendo la organización comunitaria. La igualdad también como valor cooperativo, establece que nadie puede ser tratado de modo preferente en la cooperativa, mientras que la equidad se expresa en el cooperativismo como justicia ejercida como sentimiento de rectitud natural para el equilibrio social. Las personas con discapacidad tienen el derecho de acceder a un empleo que dignifique sus labores productivas, las cooperativas, suponen una herramienta para conseguir este objetivo, mediante la organización social que eleva los niveles de calidad de vida de las personas involucradas, fortaleciendo el tejido social y generando sentidos de pertenencia comunitarios, de manera equitativa y sin espacio para la discriminación por barreras físicas o de salud. Apoyo a Personas con Discapacidad
Lunes, 11 Abril 2022 19:45

Mujeres cooperativistas de Pascual

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Lunes, 11 Abril 2022 19:45

Mujeres llanteras en TRADOC

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Mediante el desarrollo de proyectos productivos del sector social de la economía, se consolidan mecanismos para la participación de las mujeres en las economías locales, estatales y nacionales. El papel de la mujer es sumamente importante en la toma de decisiones y la generación de riqueza y solidez financiera en las cooperativas, y también para el bienestar común. El cooperativismo debe entenderse como un movimiento económico e ideológico basado en principios y valores que promueven la equidad y la justicia social, mismos que se reflejan en el quehacer y procesos productivos de las organizaciones sociales que se constituyen legalmente como sociedades cooperativas. Sin embargo, no están exentas de desigualdades entre hombres y mujeres, por lo que se debe trabajar en generar mecanismos que reduzcan las brechas salariales y ocupacionales (cargos o comisiones dentro de las cooperativas). Lo anterior, cobra sentido entre las constantes acciones realizadas principalmente por mujeres dentro de las sociedades cooperativas, en las que se ha alzado la voz y se ha exigido que todas las voces sean escuchadas, por ello, pensar el cooperativismo, el trabajo de las sociedades cooperativas y el quehacer cotidiano desde una perspectiva de género permite visibilizar las desigualdades y trabajar en ello para erradicarlas. Es importante retomar las experiencias de las y los cooperativistas desde la perspectiva de género, para lograr una mejor comprensión de cómo el cooperativismo puede integrar las diferencias de género, económicas, relaciones étnicas entre otras.

En el caso de Puebla existen experiencias de gran valor, en las que mujeres cooperativistas han generado estrategias para enfrentar las diversas violencias que se ejercen contra ellas. Uno de estos casos es el de la cooperativa Masehual Siuamej Mosenyolchicauani, cuyas socias decidieron organizarse tras identificar violencias por parte de los compañeros cooperativistas. Tal como lo relatan en su libro “Hilando nuestras historias. El camino recorrido hacia una vida digna” en las asambleas no escuchaban sus propuestas, su participación era poco valorada y, quienes dirigían y controlaban los proyectos en la cooperativa eran en su mayoría hombres.

Esto llevó a las mujeres a tomar la decisión de separarse de la cooperativa en la que estaban “participando” y así conformar la propia. Los procesos reflexivos de los que parten estas mujeres, permiten que se conciba una manera diferente y necesaria de vivir el cooperativismo. Por lo tanto, es importante poder formar cooperativas partiendo del reconocimiento de la diversidad de voces, personas, condiciones sociales y sobre todo de la participación de mujeres.

En este sentido, debe reconocerse la pluralidad entre mujeres y hombres, y reconocer su participación en las cooperativas desde una perspectiva interseccional e inclusiva.

En el caso de Puebla existen experiencias | Cooperativismo y perspectiva de género

Referencias:

Masehual Siuamej Mosenyolchicauani. (2016). Hilando nuestras historias. El camino recorrido hacia una vida digna. México.

Videos complementarios:

Puebla cooperativa